El Social Media ha desmantelado la tradición de la
comunicación. Hasta entonces, el contenido que cualquier empresa o persona
podía publicar en papel o, más adelante en la web, se dirigía hacia una sola
dirección. El usuario que accedía a éste, tan sólo lo leía. Actualmente, el
lector puede dar su opinión, pero también crear nueva información. Por lo
tanto, la palabra que podría definir el Social Media es feedback, e incluso es posible afirmar que hoy en día este
sustantivo se queda corto en comparación con lo que este concepto abarca.
No obstante, el Social Media se ha convertido en un
medio publicitario para grandes empresas. Llegando a garantizar que el único
objetivo por el que ha sido creado este mundo es para vender. No podemos “culpar”
a las compañías por orientar este medio a la venta de sus productos en el
mercado, sino también a las personas individuales. El capitalismo ha dado paso
a la regencia de la ley de la oferta y la demanda, que con la actual crisis, ha
acumulado millones de currículum vitae y biografías en redes sociales.
Desempleados que buscan dar a conocerse ante headhunters, grandes empresas o pymes.
Conforme a las masas que mueve el Social Media cabe
mencionar que, obviamente, no se puede hablar de éste como si de una moda
pasajera se tratara. Tenemos en nuestras manos un método revolucionario de
márketing global, un servicio que permite que el producto que ofertamos llegue
a todas las partes del mundo. ¿Es posible que se deje de usar en un futuro
cercano? Mi respuesta es claramente negativa, tanto a corto como a largo plazo.

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